LA ARQUITECTURA DESDE SUS ACTORES
PAULO MENDES DA ROCHA
Tras haber escogido a uno de los últimos grandes maestros de la segunda mitad del siglo XX, arquitecto llamado Paulo Mendes Da Rocha, de origen brasileño, mencionaré brevemente ciertas características que le definen y rasgos que me han llamado la atención del propio artista.
En primer lugar, nació en la ciudad de Vitória, dónde pudo formarse como arquitecto y poco a poco ir puliendo su esencia, bajo ciertas influencias del brutalismo escultórico, el cuál abarca el ingenio sobre las nuevas posibilidades del hormigón, en aquel entonces.
Cabe destacar que este gran experto de las formas, consideró adecuado en ciertos momentos de su vida laboral, el rechazo de varios encargos privados, pues era un hombre con una gran sensibilidad cívica y aprecio a su población. Por ello consideraba que la ciudad es el lugar de encuentro donde las personas comparten intereses comunes.
Además, interpretaba la mayoría de sus obras y en general la arquitectura no solo como una producción basada en las posibilidades de la técnica para la resolución de los problemas arquitectónicos y urbanos, sino como una construcción que iba más allá que todo esto:
El arquitecto buscaba “una visión poética sobre la forma que superase la estricta necesidad”, una forma “que no desea ser funcional, sino oportuna”
Paulo mendes da rocha
Un ejemplo clave entre muchos otros dónde podemos ver reflejada la manera de crear como arquitecto de Paolo y su propia filosofía arquitectónica, se trata de La Capilla de San Pedro, situada en la localidad de Campos do Jordão.
Esta pequeña iglesia gira alrededor de una colosal columna cilíndrica, que simboliza el papel de San Pedro como piedra fundacional del cristianismo. El arquitecto plasma una visión poética de la construcción, mediante el uso de pocos elementos que aparentemente pueden hacernos pensar que solo persiguen ser funcionales, pero realmente actúan como simbolismos con una razón concreta que representar, lo cuál hace especial cada una de sus obras.
Bajo mi punto de vista, comparto la mayoría de sus formas de pensar y de ver la arquitectura, por ello escogí este autor. A simple vista sus edificios pueden aparentar ser insustanciales, sin embargo este hombre es capaz de transmitir o simbolizar aspectos relacionados con cada una de sus construcciones mediante la simpleza, abarcando al mismo tiempo las cuestiones urbanas y arquitectónicas de la forma más innovadora, pues las nuevas aplicaciones de hormigón en grandes masas protagoniza su estilo.
Al igual que la sencillez aparece en sus proyectos, también lo hace durante el proceso constructivo, pues sus primeras proyecciones y bocetos a mano, son realmente escuetos y significativos, para así aportar importancia a lo realmente importante, que es la forma no funcional, sino oportuna.
Quiero ser arquitecto _Campo Baeza
Tras realizar la lectura del arquitecto, me gustaría destacar como me he sentido, pues hasta yo misma me he sorprendido de que el simple hecho de leer unas palabras ordenadas de una forma determinada, hayan cumplido su función, la de conmover al lector, en este caso yo, como sucede con la arquitectura. Después de leer este texto, he sentido una pequeña motivación interior por la carrera que he decidido empezar. Esta claro que a la hora de decidir sobre nuestro futuro, siempre he sido de las que piensan que los adolescentes nos enfrentamos a una decisión complicada, una decisión que puede que determine nuestras vidas en un futuro, y quizá no siempre estamos preparados para saber afrontarla.
En mi caso personal, no he sido la típica niña que tenía claro desde pequeña su vocación por ser arquitecta ni mucho menos, es más, siempre he estado rodeada de este mundo de la arquitectura por mi padre ya que el estudió esta carrera, sin embargo nunca me había visualizado a mí misma en esta profesión.
Cierto es que toda mi vida he sido una chica muy creativa, muy suya, y lo sigo siendo, me encanta la música, el ballet y el teatro , en fin considero que la vena artística siempre ha estado en mí, pues me ayuda a exteriorizar mis emociones y ser a capaz de conectar con las personas, transmitiéndoles aquello que esté sucediendo durante la exposición de la actuación.
Volviendo a lo anterior, muchas veces me preguntan porque quise estudiar arquitectura, hasta mis propios padres que son las personas que mejor me conocen se llegaron a sorprender, pues me veían una chica mucho más emocional, algo que aparentemente no encaja con esta carrera, ya que públicamente se suele determinar más como un tecnicismo o un trabajo muy cuadriculado.
Sin embargo la arquitectura es muchísimo más que números y geometría, como bien explica Campo Baeza un arquitecto es técnico, pero también artista, creador, pensador, soñador. En definitiva, sin imaginación y visión espacial, ¿que podría hacer un arquitecto?, prácticamente nada. Y por ello considero que por más que suene raro pensarlo, esta carrera está muy relacionada con todos mis gustos, y con mi capacidad de crear y proyectar en mi cabeza todo aquello que a mi imaginación se le ocurre, por ello la escojo.
No se si es mi vocación, si es mi sueño, si habré nacido para ser arquitecta…ni si habré tomado la decisión correcta, pero me siento segura y con muchas ganas de dar lo mejor de mi para adentrarme en esta profesión, que es lo importante.